miércoles, 15 de agosto de 2018

CIERTO DESCUBRIMIENTO O DESCUBRIMIENTO CIERTO


Los viajeros que en algún momento de nuestras vidas hemos tomado un tren para trabajar a unos 60 kilómetros de distancia, es decir, un tren de cercanías, miramos con el alma turbada, como diría un cursi, esto es, yo, a los viajeros de largo recorrido. Es más, para nuestra compañía nacional de trenes, los viajeros de cercanías no somos viajeros, si acaso usuarios, si acaso nada, porque los trenes de cercanías se anuncian sin ninguna alusión a los seres humanos que lo usan. Pongamos el ejemplo de esta alucución: cercanías destino Castelló, via 1 sector A. Sin embargo, a los de largo recorrido: Alaris destino Albacete y Madrid, via 2 sector A y B, rogamos a los señores viajeros, se dirijan al punto de recepción. La comprobación diaria de tu inexistencia, es una experiencia muy dura, os lo puedo asegurar, miramos con envidia a aquellos que sí existen, a los viajeros de largo recorrido que en la Estació del Nord de Valencia, compartían espacio, no así en otras estaciones, como Atocha o Chanmartín en Madrid, donde, las autoridades sabedoras del fenómeno de conciencia de la inexistencia de los viajeros de cercanías, han separado a los viajeros existentes de los inexistentes. Esto en Valencia, con la estación Provsional Permanente J. Sorolla, se ha solucionado, ya que las consecuencias funestas del descubrimiento de tu propia inexistencia, son incontrolables Sin duda,  las autoridades quieren evitar que los usuarios de cercanías denuncien su situación, primer paso para el cambio social y por qué no, la revolución, la eliminación completa de los trenes de largo recorridos, el ahorcamiento de los maquinistas en las estaciones y la organización espontánea o no de orgías en los andenes, por este orden o por el contrario, Las autoridades son muy listas,  en todos los trenes de larga distancia, hay una señora de unos 60 años que tiene una sobrina trabajando en Alicante y te ofrece un curasanz (sic). Debajo de su apariencia bonancible y maternal se esconde una peligrosa arma mortífera, experta en artes marciales, manejo de armas múltiples y felaciones extenuantes, que no sé lo que es, pero prefiero no saberlo. Es una empleada de la compañía, una espía que quiere descubrir infiltrados de cercanías en los trenes de larga distancia. En mi viaje clandestino a Ávila, por supuesto me encontré con ella y digo ella y no una de ellas, porque es la misma, la misma que me encontré cuando me fui a Cartagena a servir en la Armada Española a mis 19 años plenos de ardor guerrero. Por supuesto, en los dos casos me comí su "curasanz", dicho ello, sin segundas intenciones y acto seguido, le prometí visitar a su sobrina en la primera ocasión que recale en Alicante para invitarla a una horchata. Según dice la agente sexagenaria felatriz extenuante, su sobrina tiene dificultades en la búsqueda de mozo casadero. Por supuesto es un truco, ya que el viajero de cercanías siempre dice que no a estos ofrecimientos. No quiero imaginar qué torturas y tormentos les esperan a aquellos pasajeros de cercanías en tren que no le corresponde y son descubiertos, expulsiones del tren de alta velocidad a toda hostia, desmembramientos con la maquinita de perforar los billetes o lo que es peor, ser obligados por aparatos aterradores a mirar ininterrumpidamente un pezón de Paris Hilton y por supuesto, la felación extenuante, que repito, no sé en qué consiste pero dejo a vuestras morbosas mentes la tarea de imaginárselo.Pues me lo pasé bien en Ávila, no aprendí absolutamente nada, pero sí descubrí algo, algo que no tiene nada que ver con lo que acabo de escribir ¡Qué diferencia más agradable existe entre el descubrimiento y el aprendizaje! Por supuesto, en favor del descubrimiento.

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